Tercer Comunicado de estudiantes de la Maestría en Procesos
Sociopolíticos Venezolanos y de Integración, Latinoamericanos y del Caribe, del
Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) y la Escuela Superior Internacional
(ESI)
En apenas una semana se cumplirán 25 años de
los hechos de febrero de 1989, en que el pueblo venezolano protagonizó la
primera gran rebelión popular contra el neoliberalismo, impuesto al mundo al
inicio de los años 80. La Historia no olvida el modo sanguinario y feraz en que
el gobierno burgués de Carlos Andrés Pérez reprimió aquella manifestación de un
pueblo en completo abandono y desolación, con un saldo que se ha contado en
tres mil víctimas fatales. Pero esas luchas no fueron en vano puesto que sembraron
las bases del proceso de cambios que daría inicio tres años más tarde con el
alzamiento militar de 1992.
Una vez al frente del Estado venezolano, el comandante
Chávez siempre caracterizó a nuestro proceso bolivariano como una revolución
pacífica más no desarmada. Las primeras y más importantes de esas armas han
sido los derechos y la batalla de las ideas. Los hechos de violencia con fines
golpistas que se desarrollaron en distintos lugares de Venezuela desde el
pasado 12 de febrero, han venido siendo enfrentados y derrotados por el arraigado espíritu de paz
que preside al pueblo venezolano y el accionar inteligente del gobierno
bolivariano en el marco de la Ley.
En la casi totalidad del territorio
venezolano se supo mantener la serenidad. La calma ha ido siendo recuperada en
otras zonas, con la excepción de algunos puntos específicos en estados y municipios
gobernados por opositores que protegen y mantienen focos de violencia, para que
la prensa internacional, y en especial CNN, se encargue de magnificarlos,
tratando de producir un efecto como el que ahora perturba a la nación ucraniana,
pero aquí no conseguirán su objetivo.
El mayoritario pueblo humilde y trabajador
que a diario inicia su faena laboral y estudiantil, ha ido mostrando cada vez
más su rechazo a las guarimbas, que insisten
en mantener sectores violentos de las zonas de clase media. Estos focos
mercenarios obstruyen el libre tránsito de personas que en muchos casos se
movilizan por razones de emergencia extrema relacionadas con problemas de salud.
Ni la vida, ni el derecho al trabajo, al estudio y a la libre circulación de
los más desposeídos tienen el menor valor ni significado para los elitescos “estudiantes”
de oposición que ya no pueden ocultar ni justificar sus actos terroristas y
delicuenciales. Así fenece la última aventura ultraderechista de la Mesa de la
unidad democrática (MUD).
La República Bolivariana de Venezuela está en
paz. Los violentos domésticos y sus patrocinantes imperiales volverán a
fracasar en su intento por derrocar al legítimo modelo de sociedad de justicia
y de derecho que el pueblo de Bolívar se ha empeñado en construir. No obstante,
el pueblo que despertó con el “Por ahora” de Hugo Chávez en 1992, está alerta y
movilizado junto a su gobierno revolucionario ante cualquier escenario
desestabilizador.
Conmemoraremos la gesta antineoliberal del 27
y 28 de Febrero de 1989, derrotando definitivamente a la ultraderecha fascista
de la MUD que no supo deslindarse de la senda golpista, por lo que sin duda
terminará desapareciendo. Inmediatamente después honraremos la memoria del
Comandante Eterno. El próximo 5 de marzo rendiremos cuenta en el Cuartel de la
Montaña, enalteciendo su palabra y la del pueblo:
¡TENEMOS PATRIA, COMANDANTE!
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